EGO: La mascara social, lo que crees sobre quien eres, los valores que te inculcaron que te describen para pertenecer a «una tribu» lo que elegiste ser y lo que te han dicho que eres. Es el programa mental que te otorga identidad en la vida que vives. Eres más que el programa que corre y que te da identidad en un momento dado, esa definición, esa etiqueta, puede limitarte y retirarla puede desaparecerte del mapa… De Tu EGO, hazte cargo tú.
Para nada es fácil domar a la bestia, domar al Ego. Lo primero que hace un domador, es reconocer que la bestia es y existe, lo segundo es amar a la bestia y lo tercero es montar a la bestia, para conducirla adecuadamente según la dirección y uso que le quieras dar a tu existencia. Hasta que el Ego comprende y se subordina al Amor.
Equilibrio es la palabra que describe la intención y la acción de domar al Ego.
Este es un tema que consideró difícil, muy difícil, para el facilitador, de hecho es la primera vez que lo toco públicamente, ya que habitando en «la cuerda floja» la práctica, no es tan sencillo de abordar. Lo voy a compartir desde la humildad de reconocer que es complicado aún para mí quién tengo experiencia.
Mantener la autoridad y el poder del rol, sin caer en la disolución total del reconocimiento de la sala, de algunos de los colaboradores más inexpertos y en ocasiones hasta de los clientes es todo un desafío.
Uno de mis maestros cuando inicio el equipo que él solo construyó y del cual yo fui parte, decía en sus propuestas que él era el Facilitador Líder. Muchos lo criticaron y el dejo de escribir eso. Sin embargo, la verdad es que la jerarquía y el órden es importante en cualquier organización humana para que cada cual comprenda cuál es su lugar, los EGOS no se desboquen o se desdibujen y se comiencen a crear embrollos sistemicos organizacionales que terminan en exclusión y pérdida.
El diseño de la experiencia, la coordinación y preparación previa del equipo, la operación y el proceso educativo en producción, sus detalles e imprevistos, no existe si ese facilitador, que llamaremos líder, no se hace cargo. Esta función para quien no tiene la distinción, se hace imperceptible cuando todo marcha bien, pero si algo falla es obvio que no hay nadie a cargo, nadie al servicio, nadie pendiente del resultado global y sus implicaciones estratégicas. Esto no lo ve el participante, tampoco lo entiende el co-facilitador novato que está pendiente de solo su parte y muchas veces ni se lo imagina el cliente.
Algunas preguntas:
- ¿Cuál es la medida perfecta para reconocer al semejante ?
- ¿La humildad, como se ejerce sin que me desaparezcan del mapa? soy humilde pero existo.
- ¿Cómo atajar situaciones donde por mucho mirar al otro y ceder espacios me pierdo yo?
La deseabilidad social es natural, todos deseamos ser queridos, reconocidos, amados, respetados y mirados… Nos vemos en el reflejo de quién nos ve. Y un facilitador necesariamente tiene sus momentos donde requiere ser visto para poder tener la autoridad para estar al servicio de otros y hacerse cargo de: conversaciones, de los objetivos del proceso educativo, de la emoción y tono de la sala, de las oportunidades de negocio que surgen, de su equipo, de cada uno y todos los participantes.
Equilibrio…
- Dar reconocimiento y espacio al otro, sin perder el lugar propio. Sin perder mi posición, reconociéndome primero yo, para que el otro me vea tambien cuando lo reconozco.
- Decirme mis virtudes antes de mostrarle las virtudes al otro, sin sentirme ególatra, ni anti modesto.
- Practicar el intercambio de estímulo y reconocimiento del otro de forma mútua, modelándolo yo primero; y si los otros son muy duros o distraídos, pues pidiéndoselo directamente.
Eres un facilitador al servicio de la vida, siendo tú mismo parte de ella. Todos son bienvenidos e incluidos en el juego, todos pueden y quieren participar con mucho cuidado de que tú para nada pierdas tu rol.
Todos tienen su espacio y lugar, sin que tú para nada pierdas el liderazgo y terreno que compartes.
Todos reciben y tú también recibes de ti, para que los inexpertos o distraídos, entiendan que tú también quieres y deseas recibir, también mereces.
Todos dan a todos y tú como facilitador, te das primero para modelar la abundancia de quién da…
Quien se ocupa de DAR y compartir lo que recibió, no es mezquino… tiene mente de abundante, lo contrario es escasez y miseria.
Eres un facilitador al servicio de la vida, siendo tú mismo parte de ella.
Todos son bienvenidos e incluidos en el juego, todos pueden y quieren participar, podemos honrar a los demás , sin descuidar tu propia honra, sin que tú para nada pierdas el rol que decidisteis experimentar.
El amor nunca falla: incluye, reconoce, compensa y sabe cuál es su lugar.
Mi EGO y tú EGO existen. Hagámonos cargo con amor.
Yo me amo y me acepto total y absolutamente …. ¿Y tú?
Los amo… porque me amo.
@mmmastertrainer